Por mujeres activistas de la Secretaria de
Diversidad Sexual del Partido Socialista porteño
La lesbofobia ha sido siempre un tema silenciado por la sociedad, las autoridades y los gobiernos de turno. Pero el hecho de que no se hable de este tema, no lo quita de la lista de problemáticas con las que convivimos a diario las lesbianas, sino que lo invisibiliza, generando violencia y dificultando el tratamiento y la búsqueda de una solución posible ante dicha discriminación.
Un claro ejemplo de que el silencio no es sinónimo de salud, lo constituye el “lesbicidio” de Natalia Noemi Gaitan, quien falleció el 7 de marzo del año 2010. El corazón de Natalia dejó de latir el día en que Daniel Torres, el padrastro de su novia, le disparó por la espalda. Tras una discusión con ella, decidió terminar con su vida por el solo hecho de oponerse a que dos mujeres vivan libremente su amor.
Pero no podemos obviar el hecho de que a Natalia no la mato solamente un disparo de escopeta. Lo que termino con su vida fue la LESFOBIA. Ese dispositivo sociocultural, que atenta contra la integridad física y mental de las lesbianas que elegimos vivir nuestra sexualidad, arriesgándonos a enfrentar la estigmatización social y la invisibilización de nuestras identidades, y por ende de nuestras elecciones, alegrías, tristezas, problemáticas y necesidades. Es esta invisibilización y violencia la que nos niega la igualdad de oportunidades y de acceso a nuestros derechos, al no permitirnos acceder a un sistema de salud que comprenda y abarque nuestra problemáticas; la que motorizada por el prejuicio y la intolerancia, nos expulsa de nuestras casas alejándonos de nuestras familias; la que nos hecha de nuestros empleos o no nos permite crecer profesionalmente; la que nos expone a insultos y burlas en la calle; y la que también nos deja en manos de un asesino, que a su antojo decide terminar con nuestras vidas.
A Natalia, como a tantas otras mujeres, también la mato el hecho de ser mujer en una sociedad en el que la premisa de la igualdad de genero es todavía una materia pendiente; donde miles de ellas son victimas de la violencia de género: de la trata de personas, del hostigamiento, de la violencia física y verbal, de femicidios, de muertes por abortos clandestinos al no poder decidir sobre su propio cuerpo; una violencia que no entiende de edad, de color, de religión, ni de sexualidad.
Porque la Lesbofobia MATA.
Porque no queremos mas crímenes de odio contra las lesbianas.
A un año del homicidio de Natalia Gaitán, hoy más que nunca, las y los Socialistas, expresamos nuestro más profundo compromiso para seguir luchando por una sociedad mas justa e igualitaria, y contra todo tipo de violencia y discriminación tanto para con las lesbianas como para con toda nuestra comunidad LGBT.
